1.¿Sobre qué hará Dios en el juicio? Ecl. 12:14
[Pues Dios juzgará toda obra, buena o mala, aun la realizada en secreto]
2. ¿Cuántos comparecerán ante el juicio? 2 Cor. 5:10
[Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.]
EL JUICIO EN ACCIÓN
3. ¿Quién es el Juez? Juan 5:22
[Pues el Padre no juzga a nadie, sino que todo el juicio se lo ha dado al Hijo.]
4. ¿Dónde están registradas nuestras acciones? Apoc. 20:12
[Vi entonces de pie, ante Dios, a los muertos, grandes y pequeños. Unos libros fueron abiertos, y después otro más, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados conforme a sus obras y conforme a lo que estaba anotado en los libros.]
[Vi entonces de pie, ante Dios, a los muertos, grandes y pequeños. Unos libros fueron abiertos, y después otro más, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados conforme a sus obras y conforme a lo que estaba anotado en los libros.]
5. ¿Quiénes son los testigos? Mateo 18:10
[Tengan cuidado de no menospreciar a uno de estos pequeños, porque yo les digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.]
[Tengan cuidado de no menospreciar a uno de estos pequeños, porque yo les digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.]
6. ¿Quién es el Abogado? 1 Juan 2:1
[Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Si alguno ha pecado, tenemos un abogado ante el Padre, a Jesucristo el justo.]
[Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Si alguno ha pecado, tenemos un abogado ante el Padre, a Jesucristo el justo.]
7. ¿Por cuál código seremos juzgados? Sant. 2:12
[Hablen y vivan como quienes van a ser juzgados por la ley que nos da libertad.]
[Hablen y vivan como quienes van a ser juzgados por la ley que nos da libertad.]
8. ¿Cuál será la sentencia? Mateo 25:31-46
31 »Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, se sentará en su trono de gloria, 32 y todas las naciones serán reunidas ante él. Entonces él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda, 34 y entonces el Rey dirá a los de su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron; 36 estuve desnudo, y me cubrieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a visitarme.” 37 Entonces los justos le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer; o con sed, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recibimos; o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y te visitamos?” 40 Y el Rey les responderá: “De cierto les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron.” 41 Entonces dirá también a los de la izquierda: “¡Apártense de mí, malditos! ¡Vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles!42 Porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; 43 fui forastero, y no me recibieron; estuve desnudo, y no me cubrieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no me visitaron.”
44 Ellos, a su vez, le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?” 45 Y él les responderá: “De cierto les digo que todo lo que no hicieron por uno de estos más pequeños, tampoco por mí lo hicieron.” 46 Entonces éstos irán al castigo eterno, y los justos irán a la vida eterna.»
31 »Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, se sentará en su trono de gloria, 32 y todas las naciones serán reunidas ante él. Entonces él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda, 34 y entonces el Rey dirá a los de su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron; 36 estuve desnudo, y me cubrieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a visitarme.” 37 Entonces los justos le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer; o con sed, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recibimos; o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y te visitamos?” 40 Y el Rey les responderá: “De cierto les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron.” 41 Entonces dirá también a los de la izquierda: “¡Apártense de mí, malditos! ¡Vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles!42 Porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; 43 fui forastero, y no me recibieron; estuve desnudo, y no me cubrieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no me visitaron.”
44 Ellos, a su vez, le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?” 45 Y él les responderá: “De cierto les digo que todo lo que no hicieron por uno de estos más pequeños, tampoco por mí lo hicieron.” 46 Entonces éstos irán al castigo eterno, y los justos irán a la vida eterna.»
1.- Creer y obedecer a Jesús (Juan 5:24)
2.- Temer y guardar sus mandamientos(Juan 14:15-35)
2.- Temer y guardar sus mandamientos(Juan 14:15-35)
ESTUDIO ADICIONAL
Habrá un Juicio. Dios ha establecido un día para juzgar (Hechos 17:31). Serán juzgadas aún las cosas ocultas (Romanos 2:16).
Habrá un Juicio. Dios ha establecido un día para juzgar (Hechos 17:31). Serán juzgadas aún las cosas ocultas (Romanos 2:16).
Todos comparecerán ante el Juez. Todos estarán ante el tribunal de Cristo (Rom 14:10).
También los ángeles malos serán juzgados (Judas 6). Cada uno responderá por sus acciones (Mateo 12: 36; Rom 14: 12; Ec 11:9).
El juicio comenzará por la casa de Dios (1 Pedro 4:17). Serán juzgados los justos y los impíos (Eclesiastés 3:17). Es imposible engañar a Dios (Gálatas 6:7).
Los registros. El juicio se hace con ayuda de los registros que hay en el cielo (Apocalipsis 20:12).
Existen varios libros:
1. De la vida (Apocalipsis 20:12).
2. De memoria (Malaquías 3:16).
3. De los pecados (Isaías 65:6,7; Mateo 12: 36, 37).
La norma del Juicio. La norma suprema es la santa Ley de Dios Los Diez Mandamientos (Romanos 7:7, Santiago 2:12; Ec 12:13,14). También seremos juzgados de acuerdo con las enseñanzas y el Evangelio de Jesús (Juan l2:48; Romanos 2:16).
LA REALIDAD DEL JUICIO
El profeta Daniel vio el dramático momento del comienzo del juicio (Daniel 7:9,10). Diversas autoridades religiosas se refieren a ese momento. “Y cada uno tendrá que dar cuenta ante el tribunal de Dios, de su propia vida, según él mismo haya elegido obrar el bien o el mal”(Los Documentos del Concilio Vaticano 11, pág. 209). “Jesús volverá al mundo al fin de los tiempos, para ejercer su poder de juez soberano. Este juicio llamado público, universal, último, es necesario para justificar la Divina Providencia, glorificar a Jesucristo, alegrar a los justos, y confundir a los impíos” (Hillaire. La religión demostrada, pág. 500).
EL TIEMPO DEL JUICIO
Daniel, en su profecía del capítulo Dn 8:14 establece que al final del período de 2.300 años “el santuario sería purificado”. El santuario era la casa de culto de los judíos. Una vez al año se realizaba una imponente ceremonia de juicio. Pero la Biblia explica que en el cielo está el verdadero santuario (Hebreos 8:2, 5). La purificación de este santuario celestial no es otra cosa que el comienzo del juicio investigador, el que comenzó al finalizar Los 2.300 años, o sea en 1844.
EL ABOGADO DEFENSOR
El Señor Jesús desempeña un papel importante en el juicio. El Padre le encomendó la tarea específica de juzgar (Juan 5: 22, 27; Hch 10:42). “Dios, para glorificar la humanidad de su divino Hijo, le confió el juicio de los hombres. Todos deberemos comparecer ante el tribunal de Cristo” (Hillaire. La religión demostrada, pág. 508). Sin embargo, la tarea más significativa de Jesús es la de abogado e intercesor. Daniel relata que estando el juicio en acción, se presenta nuestro Señor Jesucristo y es llevado ante el Padre (Daniel 7:9,13).
Allí intercede por nosotros (1 Timoteo 2:5; Hebreos 7:25). El pecador debe acudir confiadamente a Jesús, su abogado (Hebreos 4:16). Cuando nos hemos arrepentido sinceramente, después de confesar todos nuestros pecados, Jesús se hace cargo de nuestra causa y actúa como eficaz abogado (1 Juan 1: 9; 2:1). La seguridad para el juicio consiste en apartarse completamente del pecado (Ezequiel 18:20-22,27).
Luego vendrá Jesús y pagará a cada uno según sus obras (Mt 16: 27). Pero no habrá ningún problema con aquellos que se han mantenido fieles y firmes hasta el fin (Apocalipsis 2: 10; 3: 5). Creyendo en Jesús, andando en su luz y confiando plenamente en él, podemos tener la absoluta seguridad de obtener un fallo favorable en el juicio.