1. ¿Cómo nos comunicamos con Dios? Dan. 9:3
[Volví entonces mi rostro a mi Dios y Señor, para pedir su ayuda con oración y ruego. Me puse a ayunar, y me cubrí de cilicio y de ceniza.]
2. ¿Qué es la oración? 1 Samuel 1:9-15
Y Ana se levantó, después de comer y beber en Silo. El sacerdote Elí estaba sentado en una silla, junto a un pilar del templo del Señor. Entonces ella oró y lloró al Señor con mucha amargura, «Señor de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de esta sierva tuya, y te acuerdas de mí y me das un hijo varón, yo te lo dedicaré, Señor, para toda su vida. Yo te prometo que jamás la navaja rozará su cabeza.» Y mientras ella oraba largamente delante del Señor, Elí la observaba mover los labios. Y es que Ana le hablaba al Señor desde lo más profundo de su ser, y sus labios se movían pero no se oía su voz, así que Elí creyó que estaba ebria.«¿Hasta cuándo vas a estar ebria? Digiere ya tu vino.» «No, señor mío; no estoy ebria. No he bebido vino ni sidra. Lo que pasa es que estoy muy desanimada, y vine a desahogarme delante del Señor. ]
3. ¿Cuánto poder tiene la oración sincera? Santiago 5:16
[Confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es muy poderosa y efectiva.]
4. ¿En nombre de quién debemos orar? Juan 16:24
[ Hasta ahora nada han pedido en mi nombre; pidan y recibirán, para que su alegría se vea cumplida.]
5. Contesta Dios las oraciones? Mateo 7:7-11
[7 »Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre. 9 ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? 11 Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan! ]
LA FE
6. ¿Qué es la fe? Hebreos 11:1-6
Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve. Gracias a ella, nuestros antepasados fueron reconocidos y aprobados. Por la fe entendemos que Dios creó el universo por medio de su palabra, de modo que lo que ahora vemos fue hecho de lo que no se veía. Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, y por eso fue reconocido como un hombre justo, y Dios aceptó con agrado sus ofrendas. Y aunque Abel está muerto, todavía habla por medio de su fe. Por la fe, Enoc traspuso sin morir el umbral de la muerte, y nunca más se supo de él, porque Dios le hizo cruzar ese umbral; pero antes de cruzarlo, todos reconocieron que él era del agrado de Dios. Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y que sabe recompensar a quienes lo buscan.]
7. ¿Cómo se desarrolla la fe? Romanos 10:17
[ Así que la fe proviene del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios.]
Orar tres veces al día (Salmos 55:17)
[ Así que la fe proviene del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios.]
Orar tres veces al día (Salmos 55:17)
Practicar la oración privada (Mateo 6:6)
Pedir cosas convenientes (Santiago 4:3)
Pedir con Fe (Mateo 21:22)
ESTUDIO ADICIONAL
Conviene orar asiduamente (Lucas 18:1, Romanos 12:12). El mejor programa es orar tres veces al día (Daniel 6:10). Hay que tener un espíritu constante de oración (1 Tesalonicenses 5:17).
Asuntos por los cuales orar. Agradecimiento (Filipenses 4:6), pedidos diversos (Santiago 1:5; Juan 15:7), confesión de los pecados (Daniel 6:10; Salmo 32:3-6) y hay que pedir por las necesidades ajenas (Job 42:10).
Condiciones para que Dios conteste las oraciones. Pedir con fe (Mateo 21:22), pedir bien (Santiago 4:3), pedir a la voluntad de Dios (Lucas 22:41,42), manifestar espíritu perdonador (Marcos 11:25), ser perseverante (Lucas 18:1) y guardar los mandamientos (1 Juan 3:22).
Impedimentos para que Dios conteste. Pedir egoístamente (Santiago 4:3). Las dudas (Santiago 1:6). Falta de espíritu de perdón (Mateo 6:14-15). El pecado abrigado en el corazón (Salmo 66:18). Desobediencia a la Santa Ley de Dios (Proverbios 28:9).
Dios promete contestar las oraciones (Salmo 3:4; 40:1-2; Mateo 7:7-12).
¿QUE ES LA ORACIÓN?
“Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo... La oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo, donde están atesorados los recursos infinitos de la Omnipotencia” (Elena G. de White, El Camino a Cristo, Págs. 93-95).
CLASES DE ORACIÓN
El rezo consiste en la recitación de una oración ya escrita. El más famoso es el Padre Nuestro, dada par Jesús. La oración es hablar con Dios, con nuestras propias palabras, para contarle las necesidades que nos afligen. Existen varios tipos de oración. La oración pública trata asuntos colectivos. En la oración familiar se mencionan problemas del hogar. La oración por los alimentos tiene por fin agradecer a Dios por ellos y pedir su bendición (Lucas 24:30; 22:19). La oración más provechosa para el alma es la privada. Existe también la oración mental, la cual se eleva sin palabras audibles.
PARTES DE LA ORACIÓN
Se comienza diciendo: “Padre nuestro”, (Mateo 6:9), y luego se sigue con lo que se desea decir o pedir a Dios. Se termina en el nombre de Jesús (Juan 16:23) y con la palabra “Amén”, que significa “Así sea”.
MARAVILLOSOS EFECTOS DE LA ORACIÓN
El famoso médico Alexis Carrel, opinó: “La oración es la más poderosa forma de energía que cabe generar. Es una fuerza tan real como la gravedad terrestre. Como médico, he visto a hombres que después del fracaso de todos los procedimientos curativos, han vencido la enfermedad y la melancolía por el sereno esfuerzo de la oración”.
“Presentad a Dios [en oración] vuestras necesidades, tristezas, gozos, cuidados y temores. No podéis agobiarle ni cansarle... Su amoroso corazón se conmueve par nuestras tristezas y aún por nuestra presentación de ellas. Llevadle todo lo que confunda vuestra mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que El no la pueda soportar... Ninguna cosa que de alguna manera afecte vuestra paz es tan pequeña que Él no la note... Ninguna calamidad puede acaecer al más pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma, ningún gozo alegrar, ninguna oración sincera escaparse de los labios, sin que el Padre celestial lo note, sin que tome en ello un interés inmediato” (Elena de White, El Camino a Cristo, págs.100-101).

